Razones por las que corres despacio y cómo solucionarlo

correr despacio

¿Quieres dejar de correr despacio? ¿Llevas tiempo entrenando, pero sigues corriendo lento? Es curioso que cuando algo no funciona, la mayoría de nosotros nos obsesionamos en hacer lo mismo una y otra vez.

Pero frecuentemente, lo que te trajo aquí no te llevará allí,  así que si has llegado a un punto muerto y estás estancado, corriendo los mismos tiempos y frustrado, hacer más de lo mismo no es la mejor decisión.

En cambio, echar una vista atrás y tener una visión general de tu carrera puede darte una idea de lo que necesitas para mejorar.

¿Alguna vez has corrido bien y de repente no tienes fuerzas en las piernas? 

La mayoría de los corredores inevitablemente llegan a un punto que están entrenando duro, pero no van a ninguna parte. El culpable suele ser una combinación de estilo de vida, clima o problemas de entrenamiento.

Tu estilo de vida te está perjudicando

Este es el problema más olvidado entre los corredores porque tendemos a pensar que si estamos entrenando bien, deberíamos correr bien. Pero necesariamente no es así. Nuestra vida cotidiana puede afectar y mucho nuestros resultados deportivos.  ¿Y cuáles son esos factores?

¿Duermes lo suficiente?

La mayoría de nosotros no, y la importancia del sueño no puede pasarse por alto.

Cuando realizas un trabajo duro de velocidad y tirada larga, tu cuerpo necesita recuperarse para adaptarse a ese estrés, y es un proceso que requiere de mucho sueño.

Si no te recuperas durmiendo mucho, nunca te compensarás  y estarás  en mejor forma.

¿Cómo estás de estresado?

Nuestro cuerpo está preparado para soportar un nivel determinado de estrés, tanto físico como mental. Si estás entrenando para un maratón mientras tratas de abrir un nuevo negocio,  no es el momento ideal para entrenar más duro, ya que tu cuerpo está sometido a un gran estrés.

No habrá ninguna posibilidad para que tu cuerpo se adapte a tus entrenamientos si hay demasiada tensión en tu vida. Asegúrate de eliminar el estrés externo siempre que sea posible durante períodos de mucho estrés y carreras, de modo que te estés dando todas las oportunidades para un buen rendimiento.

Tu dieta también afectará al entrenamiento.

Normalmente hay cuatro culpables cuando se trata de un rendimiento pobre:

1º No estás comiendo lo suficiente.
2º Tienes bajos niveles de hierro o estás anémico. Esto es más común en las mujeres y en general es raro en la mayoría de los corredores, pero es algo a tener en cuenta si te sientes particularmente lento.
3ºEstás crónicamente deshidratado. Es probable que esto no sea un problema para la mayoría de los corredores, pero controla el color de tu orina.
4º Necesitas comer más carbohidratos. Es la fuente de combustible preferida del cuerpo para la actividad de alta intensidad, así que no te dejes engañar pensando que puedes hacer dieta o no tomar carbohidratos mientras corres mucho, porque no puedes.

El clima influye en tu entrenamiento

El calor sofocante, la humedad, el frío son factores que influyen también en el entrenamiento.

Si combinamos correr con calor, humedad y una fuerte exposición al sol, tenemos la receta perfecta para sufrir al máximo.

No hay forma de evitarlo, simplemente no puedes correr súper rápido con las condiciones que tenemos por ejemplo en verano.

Pero correr en el invierno también tiene sus peligros: el hielo, la nieve, las superficies resbaladizas y las temperaturas bajo cero conspirarán contra ti también. Si bien no es tan difícil como el entrenamiento de verano, correr en condiciones árticas no es lo ideal.

No importa lo que le depare el clima, siempre será mejor correr con tus propias sensaciones que preocuparte de la distancia y el ritmo.

 ¿Tu plan de entrenamiento es el correcto?

Si los malos hábitos de estilo de vida son la razón más olvidada por los corredores, los malos hábitos de entrenamiento son la razón más común e importante por la cual eres más rápido.
Para poder mejorar nuestra velocidad hay tres puntos claves a antes en cuenta y que muchos corredores ignoran:

1. No corres mucho.

¿Estás corriendo una carrera larga todas las semanas? ¿Es “larga” en comparación con la distancia que estás entrenando para tu carrera objetivo?

Te puede interesar: Mejores planes de entrenamiento para correr

Uno de los entrenamientos más importantes para los corredores, es la “tirada larga” de los domingos. Correr largas distancias ayuda a mejorar la resistencia, que los ritmos más rápidos sean más sostenibles, y mejora gradualmente tu capacidad de recuperación.

Después de algunas semanas de tiradas largas omitidas o perdidas, tu estado físico disminuirá y las velocidades más rápidas parecerán más difíciles. Simplemente no estás construyendo la base de resistencia que necesitas para apoyar tus otros entrenamientos.

Por lo que hazte un favor y prioriza las carreras largas.

2. No incluyes cambios de ritmo cuando corres

Los corredores también tienden a hacer la mayor parte de su entrenamiento al mismo ritmo. Si nunca corres rápido, nunca correrás rápido.

Te puede interesar:

Sin variar tu velocidad, inevitablemente caerás en una rutina y siempre serás lento. Hay tres maneras excelentes de introducir más velocidades en tu entrenamiento:

Haz un entrenamiento más rápido 1-2 veces por semana, como un simple entrenamiento fartlek
Corre tus carreras suaves LENTO y tu distancia y carreras largas de forma moderada (pero aún cómoda)
Corre a ritmo algunas veces por semana
Al corregir este error de ritmo uno se sentirá mucho mejor en sus carreras y será más rápido.

3. Tu volumen de carrera es bajo

Cuanto más corras, más rápido serás. Aplicar esa simple verdad es lo que convierte a muchos corredores medios en corredores significativamente más competitivos.

Estas son las tendencias más comunes a las que se enfrenta un corredor que no consigue los resultados esperados.

Por los que deja de hacer siempre lo mismo y practica estos sencillos consejos y verás resultados significativos con el tiempo.

Nos vemos en los entrenos!!

Te puede interesar:

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)